viernes, 29 de mayo de 2015

'Dibuix a les fosques', d'en Jaume Benavente: es gaudeix i ens atrapa

           
    'Dibuix a les fosques' no desmereix l'excel-lent novel-la anterior d'en Jaume Benavente, 'El quadern de Nicolaas Kleen', també protagonitzada per la inspectora Marja Batelaar.

    Encara que el començament és lent, rutinari i amb poques alegries narratives, a poc a poc, l'atmosfera d'intriga, perfectament dibuixada per l'autor, ens va rodejant per deixar-nos sense alè.

    Més que una història negra, l'obra és una xarxa complicada de suspens i intriga psicològica on, assabentar-nos de qui és l'assassí, és tan important con conèixer quins secrets envolten les víctimes i els seus mons estranys.



   La inspectora policia d'Amsterdam Marja Batelaar és una creació quasi única per la construcción perfecta del personatge i les circumstàncies personals de la seva vida, difícil i alhora interessant.

    La veritat és que Benavente sap mantenir la tensión durant quasibé tota la novel-la, ens guanya, ens captura, amb els seus fills literaris; ens atrapa amb la més que cuidada trama; i ens deixa el record d'un llibre bo de bon de veres. 

martes, 26 de mayo de 2015

'Por encima de toda sospecha', de Joaquín Leguina: la delicia de la primera parte de la saga Baquedano

    'Por encima de toda sospecha' es una delicia. La primera serie de la saga del abogado Baquedano deja un regusto castizo y de calidad en el paladar de los degustadores de buena novela negra.

    Joaquín Leguina introduce al lector en el ambiente más 'gato' del Madrid más interesante y auténtico. Espacios en los que la trama negra se despliega en todo su apogeo.

    Tomando como protagonista principal a un abogado prejubilado de la banca, amante de las pequeñas delicias de la vida y de los 'riberas' en la Cava Baja, va desarrollando una historia de policías corruptos, negocios oscuros y crímenes brutales.

    Todo ello aliñado con un periodista desterrado a sucesos, un comisario con dos pelotas, unas juezas y fiscales papanatas, y un asesino que no es tal. Picaderos de lujo en Embajadores y negocios de importación en Cobo Calleja añaden un toque picante mafioso a la historia.

    Una novela negra ligera, absorbente y muy recomendable, engancha, tiene alma y personalidad. 

    PD: Leguina se superó en la segunda novela de la serie de Baquedano, 'Las pruebas de la infamia'. ¿Quién dijo que segundas partes nunca son buenas? En este caso, excelente.

    PD1: Leguina va a retomar al personaje del abogado en una tercera entrega de la serie del letrado vividor de los Austrias. Estoy ansioso por leerla.

    PD2: El cachondo del autor hace que Juan Barranco aparezca en una breve escena para opinar sobre la autoría de un crimen.

miércoles, 20 de mayo de 2015

'Solo un muerto más', de Ramiro Pinilla: extraña

    'Solo un muerto más', de Ramiro Pinilla, primera de la trilogía del detective Samuel Esparta, es una novela policíaca extraña. Porque es una mezcla entre una narración a lo Pío Baroja con costumbrismo post-guerra civil y cierto halo de Hammett y Chandler.

    Es un libro extraño porque sus personajes lo son y su metaliteratura impregna toda la obra. Trata de un librero de Getxo, Sancho Bordaberri, en la España pobre y gris de poco después de la Guerra Civil.

    Este buen hombre, que vive con su hermana y su madre, se ha empeñado en escribir un libro de éxito, pero hierra cada vez que lo intenta. Es por ello que se transforma en el detective Samuel Esparta, obliga a su ayudante en la librería, Koldobike, a cambiar el color de su pelo y a apoyarle en la investigación de un crimen cometido diez años atrás.

    Es un muy buen narrador, un perfecto literato, pero el libro no me ha enganchado. Se nota la calidad y el homenaje a Dashiell Hammett y a Raymond Chandler, pero es más bien un libro costumbrista con troques policíacos que una novela negra. 

    Magistral la escena de la paliza de Esparta a manos de tres falangistas. Cuando van a ejecutarlo, la literatura lo salva. Memorable imagen.

    Eso sí, la intriga y los personajes están muy logrados. Sin embargo, prefiero el canallismo moderno de Juan Madrid, Andreu Martín o la sofisticación y el ritmo de Lorenzo Silva.

sábado, 9 de mayo de 2015

'Las pruebas de la infamia' de Joaquín Leguina: una novela negra ligera

    Buen narrador, vicioso narrador y entretenido narrador. Con Madrid como un personaje más, Joaquín Leguina teje una historia interesante, cargada de intriga, con algunos puntos de genuina novela negra, y que gusta de leer.

    'Las pruebas de la infamia' es la segunda obra protagonizada por el abogado Baquedano, que vive en la mítica Cava Baja, compra churros en Santa Ana, tiene una hija arrejuntada con otra mujer en Aluche, y se ocupa de la defensa e investigación del caso de un empleado acusado de cortarle el cuello a su jefe, constructor y exconcejal, con un cuchillo jamonero.

    En la trama se mezcla la corrupción urbanística, con las comisiones municipales, los macarras, los proxenetas, y los sicarios colombianos. Justamente aparece Majadahonda -de donde surge la denuncia del caso Gurtel- y un jerifalte del PP -con otro nombre- que en 2003 era una especie de capo conseguidor en los municipios ricos de Madrid.

    Baquedano es un sibarita, vividor y trabajador, amante de las mujeres, de los buenos restaurantes y del programa de Gabilondo, y un loco de los culos... No sé por qué me parece que Leguina tiene mucho de él. 

    Todos querríamos ser Baquedano por exprimir al máximo la vida rodeado de buenos e interesantes amigos.

    La trama negra está bien montada, articulada y desarrollada. Es una novela que se lee con gusto y placer, una obra ligera que deja un buen sabor de boca. Leguina es un narrador muy solvente.

   PD: Genial el guiño que hace a alguno de sus autores preferidos como Edwards ('El inútil de la familia'), Chirbes ('Los viejos amigos'), Coetzee ('En medio de ninguna parte'), Vila-Matas ('El mal de Montano'), Chesterton ('El candor del Padre Brown'), Kenzaburo Oé y Agatha Christie ('El asesinato de Roger Ackroyd').

    O la burla-crítica al mundo del arte en España, siempre pendiente de subvenciones y enchufes para poder llegar a representar una 'paja mental artística' sobre las tablas.

miércoles, 6 de mayo de 2015

'La mujer que arañaba las paredes', de Jussi Adler-Olsen: excelente Carl Morck, pero con un final previsible

    El subcomisario Carl Morck es todo un descubrimiento. Un protagonista de los que engancha. Su independencia, unida a su peculiar, personalidad lo convierten en un personaje atractivo, original y cargado de carisma.

    Aunque es mucho mejor su ayudante, una especie de Biscuter, llegado de Siria, que hará las delicias de los amantes de la novela policiaca, con ciertos toques de lo negro. 

    El interfecto, contratado para limpiar las oficinas de la nueva brigada, situada en los tétricos sótanos de prefectura, se convertirá en el mejor investigador. Hafez el Assad, se llama, como el antiguo presidente sirio, un guiño humorístico, de los muchos que usa Adler-Olsen.

    La saga del Departamento Q, dedicado a investigar crímenes no resueltos por la policía danesa, es atractiva, aunque en esta primera entrega, bien escrita y trabajada, falla el desenlace

    Todos los indicios apuntan hacia la misma persona desde mediados del libro por lo que, cuando se destapa el criminal, el lector ya lo sospechaba. Por eso, a 50 páginas del final la dejé de leer. Ya había perdido sustancia y frescura.

    Eso sí, los motivos que llevan a crear el Departamento Q, la vida personal de Morck, su comportamiento políticamente incorrecto, los seres que viven realquilados con él, sus vecinos, su exmujer, sus compañeros, todos ellos, forman parte de un mundo literario rico y apasionado.

    Ya veremos que ocurre con la segunda pieza de la saga 'Los chicos que cayeron en la trampa' y 'Expediente 64'. Es más intriga que negrura.