viernes, 26 de enero de 2018

Colin Niel, autor de 'Solo las bestias': "La incomprensión es el punto de partida de todos los dramas"

        Colin Niel, autor de la potente 'Solo las bestias' ha sido invitado al festival de novela negra Barcelona Negra y estará en la ciudad condal los días 29 y 30 de enero de 2018. En el marco de las actividades de BCNegra, Niel participará en un coloquio con el autor Pascal Dessaint en el Instituto Francés el martes 30 de enero, a las 19,30 horas, moderado por la periodista Anna Guitart.

    Esta es una entrevista remitida por su editorial Principal de los Libros. 
     

Pregunta- ¿Por qué se dedicó a al escritura?

    Respuesta- Creo que, como mucha gente, siempre he tenido ganas de escribir. De hecho, de joven empecé una novela negra que no llegué a terminar. Me atraía la creación de una historia, de personajes, la construcción de la trama. Tenía un trabajo donde escribía mucho, informes técnicos, documentación diversa, así que estaba cómodo frente a la pantalla, pero no me atrevía a dar el salto a una escritura 'literaria', pensaba que ese mundo no era el mío y que había otros que podían contar cosas más interesantes que yo. Es decir, que me llevó bastante tiempo decidirme. Fue mi viaje a la Guayana Francesa lo que me desbloqueó. Volví a Francia después de pasar allí seis años y me dije que había traído de vuelta una cierta 'materia' literaria que podía interesar a los lectores. Así fue como comencé.

    P- Usted ha sido actor, mago e ingeniero... ¿Cuál de sus tres antiguas profesiones le ayuda más a la hora de escribir?

    R- Bueno, lo de actor y mago sigo siéndolo porque aunque como amateur, todavía frecuento a pequeña escala el universo de la escena. Es importante para mí, es un pie en otro medio distinto al mío. Pero creo que mi verdadera profesión es la de ingeniero., y es de donde más he aprendido. No me refiero al aspecto técnico del oficio, sino al plano humano. Porque cuando me ocupé de crear un parque nacional en la Guayana Francesa, al tratar con los equipos de agentes en el terreno y tener que lidiar con los pasillos de los ministerios, me sumergí en el mundo en toda su complejidad, en el trato entre hombres y mujeres, en la relación con el poder... Y creo que así es como descubrí los resortes que mueven a la sociedad.


    P- ¿Cree que los viajes son una manera de formarse de los autores?

    R- No sé si para todos, pero en mi caso sin duda. Estoy convencido de que gran parte de los conflictos humanos proceden de la distancia entre culturas, y que siempre tenemos la tendencia de subestimar al otro. Viajar es una manera de tomar conciencia de la variedad de culturas que existen, y cuán difícil es tender puentes entre ellas.

    P- ¿Cuál es el papel de la novela negra?

    R- La base de todo libro, en primer lugar, es que el lector pase un buen rato. En mi opinión, la fuerza de un buen 'noir' consiste en abordar temas serios sin tomarse demasiado en serio, sin aburrir al lector.

    P- ¿Qué le lleva a situar la acción de 'Solo las bestias' en las montañas del Causse?

    R- Es un objetivo literario y un desafío personal: intentar algo diferente, ver si era capaz de salir de mi espacio de comodidad de la Guayana, escribir sobre un territorio menos familiar. Y una razón menos emocional: tenía ganas de hablar de esa soledad que todos experimentamos alguna vez en la vida. Y en esas montañas, la soledad es inmensa, es física y social. Era un tema que tenía ganas de abordar, que me resultaba muy cercano.
    P- En su novela juegan un gran papel las mentiras, la falta de comunicación, las malinterpretaciones... ¿Por eso escogió el vehículo de la novela coral, para desorientar al lector?

    R- Así es. Contar la misma historia desde cinco puntos de vista distintos era una experiencia nueva para mí, pero rápidamente me di cuenta de que funcionaba. Quería que cada personaje arrojase una luz distinta sobre la intriga, no solo por lo que sabía de los demás y de lo sucedido, sino por cómo había experimentado los mismos hechos. Porque, en mi opinión, la incomprensión es la mayor dificultad a la que nos enfrentamos, incluso cuando hablamos el mismo idioma. Es el punto de partida de todos los dramas.
    P- 'Solo las bestias' es una magnífica novela negra, con una intriga muy trabajada, pero también es un libro con una profunda crítica social. ¿Tenía ganas de hablar del mundo rural?

    R- Mi primer objetivo es siempre narrativo: quiero construir una historia atractiva, personajes con los que el lector quiera seguir, atraparlo. Pero en segundo lugar, sí tenía ganas de mostrar un mundo que no es muy conocido, la vida interior de las explotaciones agrícolas, y la angustia de una parte del mundo rural que vive apartado de la globalización y del nervio de las ciudades. Tienen otros problemas: celibato forzoso, depresiones, suicidios, cambios de trabajo, y todo en parte debido a una política agraria que ha empujado a los ganaderos y granjeros a hacer crecer sus explotaciones más allá de lo que puede gestionar un hombre solo.

    P- ¿Se ha inspirado en situaciones cercanas o conocidas, en personajes reales?

    R- Siempre dedico mucho tiempo a documentarme para mis novelas. Leo mucho, busco vídeos y reportajes sobre el tema. Y cuando puedo, me refiero por motivos financieros, trato de viajar al lugar donde transcurre la acción, y conocer a gente que pueda estar cerca del personaje que estoy narrando. Para 'Solo las bestias' pa´se un mes en la región sur de la Lozère, con ganaderos y granjeros para entender un poco cómo era su día a día.

jueves, 25 de enero de 2018

'Sé que estás viva', de Nacho Abad: muy interesante y absorbente

    
     "-Cuando te acercas al final de tu vida -le dijo filosófico mientras le hablaba de su vuelta a la isla-, te das cuenta de que lo verdaderamente importante no es el dinero ni el poder, sino tener a tu alrededor a gente que te quiera por lo que eres, no por lo que tienes".

    Está es una novela que se lee de principio a fin, sin despegarse de sus páginas hasta que finaliza la historia. Una trama bien elaborada y con un final inesperado.

    Es muy interesante y absorbente. Su personaje principal podría tener la cara de Peter Coyote, vestir como Colombo y hablar como Wallander. Germán Carrasco es un inspector destacado, ahora condenado al ostracismo por un error que no fue tal.

    "Y la famosa opinión pública -continuó su marido-, los medios convertís en borregos a los consumidores de noticias. Habría que potenciar su sentido crítico y de análisis, pero solo les vendéis ideas sencillas de consumo fácil que no animan a la reflexión. Muestra sociedad va camino de la estupidez más absoluta".

    Llamado a la cárcel por un esposo maltratador, rico y prepotente deberá decidir si reabrir el caso que lo llevó a la trena tras asesinar brutalmente a su mujer. Nada es lo que parece.

    Lo único que tal vez sobra son algunos diálogos y descripciones de los encuentros de Germán con sus mejores amigos, dos inspectores de Arganzuela, que nada aportan a la trama.

    "-Puede haber alguien que lo crea alguna vez y me obligue a tomar burundanga para confirmarlo. Quizá durante ese interrogatorio cuente algo de mi intimidad que el investigador no tenga derecho a saber. Nuestro mundo interior, nuestros pensamientos, creencias e ideas deben permanecer libres, sin correr el riesgo de ser sometidos a escrutinio".

    Pero eso es 'pecata minuta' en una historia que se plantea el uso o abuso de la ética periodística a la hora de tratar crímenes mediáticos o en los que se implica a famosos, los juicios paralelos y la presión social sobre jueces y jurados populares. 

    También hay una crítica implícita al mundo del famoseo -en este caso literario-, a los abusos de poder de editores sobre escritoras, y a la utilización de las armas de mujer para conseguir fines poco decorosos.

    La investigación de Germán es apasionante. Queremos saber qué ocurrió realmente. Si todo fue como dictaminaron los jueces. Y vemos que los policías a veces deben saltarse la ley por un bien superior. ¿Es eso lícito?

    Muy entretenida. Con capacidad de imbuirte al máximo en la trama. Y con golpes de mano y secuencias duras y tremendas. Muy recomendable.

    PD: Genial el encuentro entre los dos policías de Arganzuela y el presidente de la asociación de mayores. Un momento muy de Eduardo Mendoza.

martes, 16 de enero de 2018

'Solo las bestias', de Colin Niel: intenso, diferente, sofocante thriller

    Aunque cuesta entrar en la historia e hilvanar sus intensos e inextricables caminos, una vez que se ha conocido a Alice y Joseph es una maravilla aprender de las vidas de Évelyne, Maribé, Armand y Michel.

    Porque esta no es una novela negra al uso -pese a su elevado contenido de crítica social y crimen sin resolver-, es un intensísimo y denso thriller dotado de una gran carga literaria.

    Los capítulos son monólogos de cada uno de los personajes que, poco a poco, nos muestran el porqué de la trama. Es gente perdida en medio del campo, en una dura zona rural, donde luchan por sobrevivir entre la mentira, la indiferencia, el odio y la costumbre. 'L'habitude' que diría Camus.


    Superado el primer tercio del libro, empieza lo bueno. Lo verdaderamente poderoso de una historia que nos hará pensar mucho después de haberla acabado.

    Pese a que queremos saber quién es el asesino, en este "inquietante noir rural", como lo califica la editorial Principal de los Libros, hay mucho más. Crítica social, soledad, incomprensión, aislamiento, odio, rabia, falsedad, etc. 

     Un compendio de los más profundos sentimientos humanos se dan la mano en un cóctel explosivo y con un final inesperado, muy en la línea de la serie 'Black Mirror'. Un mundo de perdedores escondidos tras la careta que la sociedad les obliga a llevar. Un libro que llega a dejarnos sin respiración.

sábado, 13 de enero de 2018

'Los ritos del agua', de Eva Gª Sáenz de Urturi: muy buena

    
    'Los ritos del agua', de Eva García Sáenz de Urturi, es muy buena. Tanto como la brutal primera parte de la Trilogía de la Ciudad Blanca, titulada, 'El silencio de la ciudad blanca', una saga de novela negra con tintes mitológicos. 

    La propia autora la compara con 'Diez negritos' de Agatha Christie, ambientada en Vitoria. Esta trilogía es más oscura, siniestra, enrevesada. traumática y poderosa..


    En este caso, el traumatizado y apaleado Unai López de Ayala, alias Kraken, experto en perfiles de psicópatas y asesinos en serie, deberá investigar, junto a la inspectora Estíbaliz, extraños crímenes que siguen el patrón de muertes rituales celtíberas con más de 2.000 años de historia.

    A la novela negra más oscura y con toques fantásticos, similar a esta otra trilogía excelente que es la del Baztán, de Dolores Redondo, la escritora vitoriana añade una gran carga de nostalgia de los años mozos de la cuadrilla de Unai. 

    Más concretamente su participación, con 16 años, en una colonia arqueológica de verano donde sucedieron cosas terribles que marcaron a los amigos de infancia: Unai, Asier, Jota y Lutxo.

    Además, la relación del inspector, que no puede hablar, tras se tiroteado en la cabeza en la primera parte de la saga, con la inspectora jefe Alba Díaz de Salvatierra, centrará los aspectos más sentimentales de la trama.


    Se trata de una aventura de policías a la caza de un asesino en serie, en un ambiente de mentiras y traición, y donde los hackers y el pasado tienen mucho peso. Como los crímenes rituales en honor a las deidades celtas.

    Muy buena. Toca la fibra. Hace pensar. Repleta de sentimiento y melancolía; de furia y amor; de odio y perdón. A mí, me ha hecho vibrar. Leerla con fruición y sin poder parar hasta el final. 

    Ya espero con ansia la tercera -y última parte- de la Trilogía de la Ciudad Blanca (es decir, de Vitoria).

lunes, 8 de enero de 2018

'Siberia', de Jesús María Sáez: muy recomendable

    'Siberia', de Jesús María 'Txusmi' Sáez es una más que recomendable novela negra. Se lee del tirón y sorprende con un final inesperado.

    Hay escenas bastante duras, ya que trata sobre una despiadada asesina formada en las fuerzas especiales rusas, enviada como encubierta del GRU (inteligencia militar) a matar a civiles que ponen en jaque en poderío de la Federación Rusa.

    El ritmo es frenético. Los diálogos están logrados. Menos alguno entre los policías españoles que parece más bien de coleguitas que de curtidos maderos.

    La novela, además, esconde un secreto. Un hecho brutal ocurrido en la parte más norteña de Siberia y que fue ocultado a la opinión pública pese a la presencia de un investigador español. Precisamente, este reportero vasco será uno de los objetivos de la letal asesina que recuerda a 'Nikita'.


    Los paisajes de Marbella, Lisboa y Siberia se convierten, asimismo, en protagonistas propios.

    Las escenas de acción y sexo están más que conseguidas. Es un libro de novena negra diferente. Que mezcla crímenes, ejecuciones, violaciones, abusos, espías y un secreto terrible. 

    El libro es más que recomendable y se disfruta al máximo.

sábado, 6 de enero de 2018

'Una muerte roja', de Walter Mosley: Easy Rawlins en estado puro

    Después de disfrutar al máximo con la primera novela de Walter Mosley, 'El demonio vestido de azul', es difícil alcanzar un nivel tan elevado con la segunda, 'Una muerte roja'. 

    La saga protagonizada por el detective, vividor, atormentado, matón, intelectual Ezekiel 'Easy' Rawlins es una de las primeras que leí de novele negra a principios de los años 90, junto a las novelas negras de Jakob Arjouni, Lorenzo Silva, Andreu Martín, Dashiell Hammet y Raymond Chandler.

    Y es a Hammett a quien se parece Rawlins. Más concretamente al anónimo agente protagonista de 'Cosecha roja'. 'Easy' no protagoniza novelones, pero ninguno de los libros de Mosley es innecesario.

    En sus creaciones se encuentra lo mejor del clásico negro actual. Por eso son tan recomendables todos los libros de la saga. En este caso estamos en los años 50 en Los Ángeles y se respira negritud. Racismo y venganza. Hay mucha violencia, porque los negros de LA, llegados de Texas, siempre han valido menos que la vida de un perro.

    Y es en este ambiente terrible donde Rawlins sobre sale. No es un santo. Pero tampoco un malnacido. Sobrevive -y bastante bien- a base de coraje, inteligencia y de su amigo, el terrible Raymond 'Mouse' Alexander, pistolero incontrolable, como Joe Pesci en 'Uno de los nuestros'.

    'La muerte roja' lleva a una encerrona a Rawlins. Que se deshace bien... pero pagando un precio elevado. Aunque el final es esperanzador. Todo lo que puede ser en el gueto de los negros.

    FBI, comunistas, judíos, curas ladrones, prostitutas, agentes corruptos y mucha traición se dan la mano en este delicioso libro. Que si bien no es de los mejores del maestro Mosley, cualquier amante de la novela negra más sucia y crítica, valorará en su justa medida: la del clásico en la línea de Hammett.

martes, 2 de enero de 2018

'Bienvenido a la tormenta', de Daniel Múgica: mezcla de 'La liga de los hombres extraordinarios', Dan Brown y Van Helsing

    'Bienvenido a la tormenta', de Daniel Múgica, no es una novela negra clásica ni sigue los cánones del género. Aunque hay asesinatos, conjuras e investigaciones es más bien una novela negra, de aventuras y fantástica que nos acerca a 'La liga de los hombres extraordinarios'.

    No en vano, esta mezcla extraña, a la que se suman hechos paranormales y cierto regusto a Dan Brown y a la película Van Helsing, deja paso a la lucha del bien contra el mal. La luz pretende derrotar a las tinieblas deseosas de iniciar una tercera guerra mundial.

    Los combates del pirata turco judío, apoyado por un cura y su hermana con poderes extrasensoriales, unidos a un vasco, contra los hombres lobo, un maldito corsario y un a mujer vampiro hacen las delicias de los lectores.

    Porque no está tan claro que el bien venza y porque, entre medias, aparecen Lucifer y Azazel, en dura pugna por conseguir el apoyo de Satanás; un militar español en Mostar, metido a reclutador de seres extraordinarios; y una mujer de la alta burguesía poseída por demonios.

    Es una novela muy entretenida. Con un ritmo trepidante. Y con escenas más que duras. El final... imprevisible. Como he dicho, el bien no es tan poderoso como el mal o, tal vez, sí lo sea.